Ciencia en evolución: experimentación y crueldad fusionadas
viernes, septiembre 18, 2015
La
psicología, como la mayoría de las ciencias, evoluciona en función del contexto
en el que se desarrolla, siendo posible valorar desde una perspectiva histórica
el progreso y cambio de la disciplina.
Como
toda ciencia experimental, además, cuenta con infinidad de testimonios teóricos
y prácticos sobre la forma y las técnicas con las que el avance se lleva a
cabo.
Es
normal por tanto que en nuestros días nos asombren, inquieten y hasta
horroricen los métodos de estudio y experimentación con los que los psicólogos
del pasado llevaban a cabo la constatación de sus hipótesis, así como en un
futuro muchos de los procedimientos actuales parecerán equivocados e incluso
crueles.
Las
reglas por las que se debe regir un psicólogo a la hora de ejercer su profesión
están contempladas en el Código Deontológico del Psicólogo, que es un
recopilatorio de las normas y procedimientos que deben guiar al profesional en
su labor, asegurando siempre la integridad psicológica y física de los
pacientes.
Hoy
vamos a intentar contrastar de forma breve algunos artículos básicos del Código
Deontológico con los experimentos más opuestos a sus premisas, y que por esta
razón su metodología es rechazada por la sociedad médica en su totalidad
actualmente.
Se puede iniciar un debate interesante a raíz de esta lectura porque al final, ¿es todo válido en aras del progreso?
- El artículo sexto contra el Experimento de Asch (1951)
Artículo 6º
La profesión de Psicólogo/a se rige por principios comunes a toda
deontología
profesional: respeto a la persona, protección de los derechos humanos,
sentido de
responsabilidad, honestidad, sinceridad para con los clientes,
prudencia en la aplicación
de instrumentos y técnicas, competencia profesional, solidez de la
fundamentación
objetiva y científica de sus intervenciones profesionales.
El experimento: la influencia del grupo en las decisiones.
Se presentaba una tarjeta con 3 líneas verticales de diferentes
medidas, siendo claramente dos de ellas iguales en longitud. El sujeto debía
indicar cuáles eran estas líneas gemelas, lo que era bastante sencillo.
Pero sin embargo, todos los sujetos menos 1 (el sujeto crítico)
contestaban erróneamente poniéndose de acuerdo para decir el mismo par de
líneas erróneas.
Evidentemente todos los sujetos menos el crítico, eran cómplices del
experimento, que intentaba descubrir la influencia de la presión grupal en las
elecciones:
Esto hacía que los sujetos verdaderos desarrollaran un profundo malestar y acabaran escogiendo la opción incorrecta el 36,8% de las veces, aunque sólo cuando los cómplices estaban presentes.
- El artículo sétimo contra El pequeño Albert (1920)
Artículo 7º
El/la Psicólogo/a no realizará por sí mismo, ni contribuirá a
prácticas que atenten a la
libertad e integridad física y psíquica de las personas. La
intervención directa o la
cooperación en la tortura y malos tratos, además de delito, constituye
la más grave
violación de la ética profesional de los/las Psicólogos/as. Estos no
participarán en
ningún modo, tampoco como investigadores, como asesores o como
encubridores, en la
práctica de la tortura, ni en otros procedimientos crueles, inhumanos
o degradantes
cualesquiera que sean las personas víctimas de los mismos, las
acusaciones, delitos,
sospechas de que sean objeto, o las informaciones que se quiera
obtener de ellas, y la
situación de conflicto armado, guerra civil, revolución, terrorismo o
cualquier otra, por
la que pretendan justificarse tales procedimientos.
El experimento: comprobar las leyes del Condicionamiento Clásico en
humanos.
El pequeño Albert, tenía tan sólo 11 meses y tres días cuando el psicólogo John B. Watson inició el
experimento. Tras comprobar que el bebé no tenía ningún miedo natural a las
ratas, pero sí a los sonidos estridentes, empezaron a dejarle sólo en compañía
del roedor mientras sonaban martillazos. Después de varios ensayos, la sola presencia de la rata provocaba
auténtico pavor en el niño, que desarrolló fobias, también, a los
perros, la lana o las barbas, cuya textura asociaba al pelo de la rata.
La intención de Watson era proseguir el experimento para hallar la forma de
eliminar en el pequeño Albert el miedo condicionado –aunque no tenía ni idea de
cómo iba a lograrlo– pero la madre del niño, asustada ante lo que habían hecho,
se negó a volver a dejar al niño en manos del psicólogo.
Albert murió a los seis años, víctima de una enfermedad que nada tenía que ver con el experimento, y nunca sabremos si sus fobias habrían perdurado hasta la edad adulta.
- El artículo octavo contra el Experimento Monstruo (1939)
Artículo 8º
Todo/a Psicólogo/a deber
informar, al menos a los organismos colegiales, acerca de violaciones de los derechos
humanos, malos tratos o condiciones de reclusión crueles, inhumanas o degradantes de que
sea víctima cualquier persona y de los que tuviere conocimiento en el ejercicio de
su profesión.
El experimento: averiguar las razones por las que los
niños tartamudean.
El psicólogo Wendell Johnson
seleccionó a 10 niños tartamudos y otros 12 que hablaban perfectamente y los
mezcló en dos grupos. Uno de los grupos recibió un refuerzo positivo (se
les decía a los niños que iban a superar la tartamudez, que no debían sentirse
mal, etc.) y el otro recibió un castigo, independientemente de que los niños
fueran o no tartamudos (se les decía que era una vergüenza, que debían detener
su comportamiento inmediatamente, que no debían hablar si no lo hacían
correctamente…). Como resultado los niños del grupo de castigo tartamudos
incrementaron aún más su problema, siendo incapaces en muchos casos de
articular palabras y negándose a hablar tras el experimento.
Pero lo más terrible es que los niños que
hablaban perfectamente y fueron incluídos en el grupo de castigo, desarrollaron
fobia al habla, tartamudez y otros problemas de comunicación que arrastraron
durante toda su vida.
Seis de los huérfanos participantes en el experimento fueron indemnizados por el estado de Iowa con 925.000 dólares, debido a los daños emocionales provocados.
Hasta aquí el artículo de hoy, espero que estas
líneas os hayan transmitido, como siempre, interés y curiosidad por la
psicología y la mente humana.
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