Psicología en la pareja y la familia

Ruptura sentimental: cómo me siento y cómo superarlo.

sábado, febrero 07, 2015

Las rupturas sentimentales, ya sea porque somos los "abandonados" o bien los que decidimos dejar la relación, constituyen siempre un momento de pérdida y de fuerte impacto emocional.





Sin pararnos hoy a valorar el proceso anterior (qué ha dado lugar a la ruptura de pareja), nos centramos en el punto en que el individuo adulto toma conciencia de su nueva situación personal: ha dejado de ser un dúo para convertirse en un ente individual, el que siempre ha sido desde el inicio, pero que durante el tiempo que formó parte de una pareja estuvo formando equipo con otro ser humano.


Debemos valorar una ruptura sentimental como un proceso de duelo, en el que el individuo pierde una figura sentimentalmente apreciada y que ha sido su compañero durante un tiempo suficiente para que se establecieran vínculos emocionales, cognitivos y conductuales en concordancia con el otro.






Esta unión a todos los niveles deriva en un shock emocional más o menos impactante en función del tipo de ruptura que sufra el individuo.

En todos los casos suelen darse cogniciones (pensamientos) y emociones bastante similares que podemos incluir en un patrón, caracterizado por:

- El individuo siente que no encontrará nunca el amor, que se quedará sólo y no podrá recomponer una vida en pareja de nuevo.

- Se infravalora pensando recurrentemente que su vida sin el otro no tiene sentido y que no es capaz de superar el dolor que le embarga, aislándose de actividades sociales y lúdicas pues evita el contacto con los demás para no compararse o tener que hablar de la ruptura.

- Se autoconvence de que su ex pareja es el ideal para él, que no encontrará nadie tan adecuado y que nadie le volverá a querer o hacer sentir como él/ella, ésto provoca fuertes crisis de autoestima.

- El dolor emocional suele focalizarse en problemas físicos tales como pérdida de apetito, de sueño, falta de higiene personal, ansiedad, fases depresivas.

Éstos son sólo algunos de los principales ejemplos, la persona ante la ruptura puede desarrollar uno o varios de estos patrones de cognición, que suelen derivarse en pensamientos rumiativos, es decir, recurrentes e intrusivos, que no puede controlar, y que le hacen pensar constantemente en la ruptura, en la pareja y en el futuro con pesimismo.

Para afrontar estos problemas lo principal es identificarlos.

Una vez que sepamos que estamos teniendo cogniciones incontroladas negativas, que sólo nos hieren y retrasan el proceso de duelo, lo ideal es seguir las siguientes estrategias:


- Ocupar el máximo de tiempo de ocio posible compartiéndolo con el círculo social, amigos, familia, etc. que ayuden a realizar actividades diferentes que evadan temporalmente de los pensamientos sobre la ruptura.

- Encontrar nuevas actividades que incluyan conocer gente diferente, crear nuevos lazos además de distraernos ayuda a incrementar la autoestima al comprobar que somos capaces de afrontar nuevos retos.

- Encuentra una persona de total confianza a la que contar tus sentimientos, desahógate con alguien que te escuche y respete.
En caso de no tener un apoyo de este tipo, es muy positivo empezar un diario, escribir aquello que nos tortura y hacerlo texto, además nos dará la opción de revisar los textos antiguos y comprobar por nosotros mismos que vamos mejorando y que las cosas se ven de forma distinta con el tiempo.

- Cuidar la alimentación, el sueño y la actividad física. Son los tres pilares de una vida sana y han de estar más presentes que nunca ante una crisis vital, para tener fuerza para seguir adelante.

- ¡Ponte guapo! ¿Por qué no? Nuestra apariencia física influye en nuestro estado de ánimo, y aunque no pasemos la mejor etapa sentimental, el vernos bien y estar satisfechos con nuestra imagen provocará una cadena de sensaciones positivas muy útiles ante la ruptura.

- Finalmente, si consideras que tras intentar superar la ruptura por tí mismo no te encuentras bien y necesitas ayuda, recurre a un psicólogo.
La oportunidad de hablar con un profesional que te asesore y te guíe para avanzar en el duelo es algo muy positivo a lo que puedes recurrir.







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