Los sueños: mito versus ciencia.
viernes, noviembre 15, 2013
La influencia freudiana ha calado hondo en la cultura popular acerca de
los sueños y el supuesto significado psicológico de éstos, pero antes
incluso de que las teorías sobre el subconsciente onírico llegaran a
nosotros, desde la época de las primeras representaciones pictóricas del
hombre, se encuentran referencias a los sueños y una intensa
preocupación del ser humano por darles un significado trascendental.
Es lógico si pensamos que una gran parte de nuestro tiempo lo dedicamos a
dormir, pero tan sólo en una de las fases del sueño tenemos fantasías
oníricas.
Estas fases siguen un orden secuencial y se repiten varias veces a lo largo del tiempo que pasamos dormidos:
- Etapa 1 (Adormecimiento): es un estado de somnolencia que dura
unos diez minutos, donde el EEG (electro encefalograma) muestra una
cierta actividad de onda theta (3,5-7,5 Hz). Es la transición entre la
vigilia y el sueño. Se pueden dar alucinaciones tanto en la entrada como en la salida de esta fase. (5 % del tiempo total del sueño).
- Etapa 2 (Sueño ligero): Disminuyen tanto el ritmo cardíaco como
el respiratorio. El registro del EEG muestra períodos de actividad
theta, husos del sueño y complejos K. Los husos del sueño son conjuntos
de ondas de entre 12 y 14 Hz que suceden varias veces por minuto entre
las fases 1 y 4 del sueño. Los complejos K son ondas agudas que aparecen
de forma abrupta y actúan como mecanismo de inhibición para que el
sujeto no se despierte. De este modo, sufrimos variaciones en el tráfico
cerebral, períodos de calma y súbita actividad, lo cual hace más
difícil despertarse. En algunos casos, se llega a un proceso en el cual
nuestras pulsaciones son extremadamente bajas y el sueño es tan profundo
que el cerebro presenta dificultades para registrar contacto con el
cuerpo, por lo que manda un impulso para corroborar que dicha conexión
entre el cerebro y el cuerpo esté en normal funcionamiento. Éste impulso
produce una reacción, la cual es abruptamente recreada por la mente,
por lo que se produce una sensación violenta y el cuerpo actúa en base a
dicha sensación, generalmente con un violento movimiento rápido del
cuerpo. Aquello último es popularmente conocido como "soñar que caemos". (50 % del tiempo).
- Etapa 3: Fase de transición hacia el sueño profundo. Pasamos unos 2 - 3 minutos aproximadamente en esta fase.
- Etapa 4 (Sueño Delta): Fase de sueño profundo, las ondas
cerebrales en esta fase son amplias y lentas así como el ritmo
respiratorio. Cuesta mucho despertarnos estando en esta fase que dura
unos 20 minutos aproximadamente. No suelen producirse sueños. (20 % del
tiempo total del sueño). El tiempo total de sueño en esta fase se
relaciona con la calidad del mismo, pues es en este momento cuando se
produce el máximo descanso.
- Fase REM: se llama así a la etapa en la cual el cerebro
está muy activo, el tronco cerebral bloquea las neuronas motrices
responsables del movivmiento de manera que no nos podemos mover, pues si
no se produjera este bloqueo, representaríamos corporalmente las
fantasías oníricas, siendo obviamente peligroso para el individuo
recrear ciertas escenas del ensueño. REM proviene de la frase en inglés
Rapid Eye Movement (Movimiento Ocular Rápido), debido al característico
movimiento de los globos oculares bajo los párpados.
A lo largo de la noche, el sueño lento (NREM) se alterna con sueño paradójico
(REM). El total del sueño paradójico es el 25 % del sueño. En esta fase
se muestra una actividad cerebral semejante a la de la vigilia.
Siempre buscamos explicaciones a lo que nos ocurre, como forma de
asirnos a la realidad y darle sentido dentro del caos, es un mecanismo
de defensa ante la incertidumbre de la vida.
Con los sueños buscamos respuestas o premoniciones, señales que nos
indiquen cómo desenvolvernos con más cautela en el futuro que llega.
Pero se ha descubierto recientemente que las fantasías oníricas no son más que impulsos cerebrales provenientes del tronco del encéfalo que llegan a la corteza cerebral, y ésta los recompone y une a fragmentos de información que guardamos en la memoria durante la vigilia.
Es por ésto que los sueños nos parecen tan reales y tan premonitorios,
porque siempre tienen relación con nuestro verdadero mundo, mezclando la
fantasía absurda con trazos de realidad consistente que nos hacen creer
que tienen un significado trascendental.
Sentir temor un obsesionarnos con nuestras propias ensoñaciones puede
llevarnos a actuar de forma poco racional, siempre hemos de tener en
cuenta que nuestro cerebro durante la vigilia maneja una gran cantidad de información consciente e inconsciente, actuando de la forma más adaptativa posible.
Conocer los procesos neurales de nuestro cerebro nos está abriendo nuevas perspectivas que nos ayudan a manejar nuestros conflictos emocionales
de una forma más realista, evitando caer en creencias populares que,
aunque muy consolidadas, no aportan una mejora real a nuestra calidad de
vida.
Recuerdo que cuando estudié estos mecanismos cerebrales, sentí una gran
curiosidad y sorpresa, pues cayeron en un momento muchos mitos acerca de
los sueños que había escuchado narrar a lo largo de mi vida.
Ahora comparto con vosotros la misma información, para que la valoréis adaptándola a vuestra experiencia.
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