Trastornos curiosos

Trastornos "curiosos" I:"Estoy muerto, Doctor",Síndrome de Cotard

viernes, noviembre 22, 2013

Es cierto que en el conocimiento de nuestro propio organismo ha habido un avance extraordinario en los últimos cien años, pero nadie duda que aún es mucho el camino por recorrer.

Uno de los órganos más esquivos e intrigantes es el cerebro, punto de creación y partida de nuestro propio yo, y que sin embargo es un gran desconocido, paradójicamente, pues de él emana nuestra propia capacidad de conocimiento.

Muchas de las reacciones de nuestro cerebro a fármacos actuales, muchos diagnósticos y terapias han llegado a nuestros días por mera casualidad, cuando un medicamento para otro órgano tenía efectos inesperados sobre el comportamiento y la cognición.
Así se han llegado a formular antidepresivos, antipsicóticos, ansiolíticos...y toda una gama de sustancias diferentes que generan reacciones químicas en nuestro cerebro, teniendo consecuencias diversas en nuestra forma de ser y vivir.

Ante este marco histórico, debería sorprendernos poco el hecho de que haya síndromes, afecciones psicológicas y físicas que se escapen a la comprensión actual del funcionamiento del cerebro, pero no podemos evitar el asombro al conocer trastornos tan extraños como del que hoy hablaré, el Síndrome de Cotard.

Este síndrome, relacionado con la hipocondria (creencia del enfermo de padecer numerosas enfermedades físicas, no constatadas médicamente, que le llevan a padecer sentimiento de indefensión y depresión), lo sufren personas convencidas de que están muertas (tanto figurada como literalmente), que sus órganos están en estado de putrefacción, o simplemente, creen que no existen.
Recibe su nombre de Jules Cotard, neurólogo francés descubridor de este síndrome, al que denominó le délire de négation ("delirio de negación"), en una conferencia en París en 1880.

Os dejo el artículo publicado en www.fogonazos.es, que ilustra de forma concisa la trascendencia para el individuo de padecer este síndrome:

Entrevista con un hombre muerto (síndrome de Cotard)
27 mayo 2013

 

El doctor Steven Laureys está en su despacho de la Universidad de Lieja, en Bélgica, cuando recibe una llamada de su secretaria. "Es realmente importante que venga a hablar con este paciente", le dice muy agitada. "Me está diciendo que está muerto".

El paciente se llama Graham, tiene 48 años y un buen día de 2004 se levantó de la cama con la convicción de que había fallecido. Unos meses antes había intentado suicidarse por electrocución, metiendo un cable de la luz en la bañera, y el episodio le provocó una depresión que desembocó en lo que se conoce como síndrome de Cotard.

Los pacientes con este síndrome, descubrieron a finales del siglo XIX por Jules Cotard, están convencidos de que están muertos, o de que no existen, y en ocasiones se dejan morir de hambre por ausencia total de estímulos y movimientos. En el caso de Graham, como cuenta Helen Thomson en un magnífico reportaje en New Scientist, acudió a su médico con la convicción de que su cerebro había muerto tras el intento de suicidio.

"Es difícil de explicar", asegura. "Me siento como si mi cerebro ya no existiera. Les insistía a los médicos que las pastillas no iban a funcionar porque yo ya no tenía cerebro. Me lo freí en la bañera". Su estado alcanzó tal extremo que Graham salió un día de su casa y se dirigió al cementerio para quedarse. "Solo sentía que debía estar allí", explica. "Era lo más cerca que podía estar de la muerte".

El caso llegó hasta Adam Zeman, de la Universidad de Exeter, en el Reino Unido, y Steven Laureys, de Lieja, quienes le sometieron a una prueba de imagen cerebral para ver qué estaba pasando en su cabeza. El concreto, realizaron una tomografía por emisión de positrones (PET) y lo que descubrieron les dejó impresionados: la actividad metabólica de su corteza cerebral se parecía más al de una persona en estado vegetativo o anestesiada que al de una persona "despierta".


"Nuestros datos", escriben en el estudio publicado en la revista Cortex, "sugieren que la profunda alteración del pensamiento y la experiencia, expresados en el síndrome de Cotard, refleja una profunda alteración en las regiones cerebrales responsables del 'núcleo de la conciencia'". Su hipótesis, a falta de más estudios sobre el fenómeno, es que la reducción del metabolismo produjo en Graham esa experiencia alterada del mundo, en la que él creía no existir.

Y decimos "creía" porque, tal y como revelan en New Scientist, Graham se ha recuperado gracias a la psicoterapia y la medicación y ha dejado de sufrir el síndrome. "Ya no siento que mi cerebro está muerto", confiesa. "Las cosas se ponen un poco extrañas algunas veces".


Obviamente, un trastorno así va más allá de nuestra comprensión como seres humanos, no hemos llegado al conocimiento intelectual necesario para entender cómo puede una persona autoconvencerse de su propia muerte, y que este pensamiento conduzca a su cuerpo a actuar en correspondencia física con tal cognición.

¿Es acaso nuestra mente capaz de modificar nuestra realidad hasta el punto de poder controlar nuestra propia existencia?.


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