Un hombre de mediana edad está sentado en la sala de espera de una gran empresa, intentando controlar los nervios para que los empleados que pasan frente a él no perciban su inquietud.

Está en el último paso de la selección para un importante puesto de trabajo, de él dependerán numerosos empleados y sus decisiones serán fundamentales en los planes de desarrollo de la corporación a la que aspira pertenecer.

Se ha vestido de forma impecable, consciente de la importancia de la imagen y el lenguaje no verbal, ha estudiado y practicado numerosos test psicotécnicos, y se ha empapado de la información que sobre la empresa circula por internet.

Finalmente, le llaman para que acceda al salón de juntas, donde tendrá lugar la entrevista final.

Al entrar se sorprende y apenas puede evitar su gesto de desconcierto. Ante él hay una mesa vacía, sin documentos ni material de oficina, tan sólo un mantel, unos cubiertos, y un plato de comida humeante.

En entrevistador, con amplia sonrisa, le invita a que se siente ante él y le ofrece un vaso de agua y un bloc de notas.

Le dice entonces:

"Ante usted tiene un plato de comida en su punto de temperatura. Le ofrezco que deguste sin prisa su contenido, tal y como lo haría en cualquier restaurante. Le he dado este bloc de notas porque necesito su valoración: en una columna necesito que escriba todos los puntos negativos de este plato, y en la columna contigua, todos los puntos positivos que encuentre. Una vez haya terminado, deje el bloc sobre la mesa y salga. Nos pondremos en contacto con usted en caso de ser el seleccionado para el puesto. Gracias y buen provecho".

Y se marcha, dejando al hombre aturdido y sólo en la sala.

Tras seguir las instrucciones y terminar la comida gustosamente, no tiene problemas en completar la tarea, y en los puntos negativos escribe la elevada temperatura de la comida, el punto excesivo de sal, y la presencia de demasiada cebolla para su gusto personal. En la columna positiva, añade la presentación, textura y mezcla agradable de sabores.

Se marcha finalmente de la sala y espera ansioso la solución a semejante enigma.

Unos días después, le llega una carta de la empresa:

"Estimado Sr. López,

Es un placer comunicarle que ha sido usted el elegido para el puesto. Tras evaluar sus aptitudes, es la persona más adecuada para cumplir con éxito las tareas que se le encomendarán. He de explicarle que la finalidad de la última prueba era valorar su capacidad de adaptación ante situaciones nuevas y la posibilidad de afrontarlas sabiendo evaluar los puntos positivos a pesar de lo desconcertante que le pudieran resultar.

En la vida, Sr. López, como usted bien sabe, hay dos formas de enfocar las cosas; una es viendo los aspectos negativos, y otra es enfocándose en lo positivo. Usted pudo apreciar y discernir ambas, y mantener la flexibilidad cognitiva y evaluativa a pesar del estrés, capacidad que le aseguro es fundamental en su puesto.

Bienvenido por tanto a nuestra compañia, gracias por su colaboración."

* Recuerda: ante cada circunstancia vital, la actitud con que afrontemos nuestra realidad marca una diferencia fundamental a la hora de vivir y disfrutar de lo que vivimos.

Cada pensamiento que creamos en nuestra mente conlleva una percepción individual, es decir, la realidad es lo que nosotros conformamos mediante nuestra experiencia previa, modos de comportamiento y emociones subjetivas.

 Si tenemos conciencia de esta capacidad e intentamos valorar y focalizar nuestros pensamientos en la parte positiva, notaremos en el medio plazo una bajada importante del nivel de ansiedad y estrés en nuestro día a día, que darán lugar a una nueva forma de contemplar nuestro mundo.

* Si tiendes a enfocarte en la parte negativa, hiriéndote con pensamientos rumiativos de desesperanza y frustración, puedes entrar en un círculo vicioso de negatividad que conlleve a trastornos más profundos, por lo que es recomendable solicitar apoyo del círculo social para valorar nuestras circunstancias desde otras perspectivas, y, en último caso, acudir a un especialista que nos ayude a mejorar nuestra calidad de vida.