Trastornos curiosos

Trastornos curiosos XI: Narcolepsia, cuando el sueño arrasa la vida.

viernes, junio 10, 2016

Mauro tiene 37 años, y desde hace una década sufre narcolepsia, un trastorno de hipersomnia que ha cambiado completamente su forma de vivir y su realidad.

Me cuenta que empezó de una forma poco notable, con un gran sopor diurno.

Sentía una necesidad imperiosa de dormir, en los momentos menos adecuados: una reunión laboral, en la autopista, mientras hacía la compra en el supermercado.

Era muy extraño porque durante la noche dormía bien y prolongadamente, solía acostarse temprano y así madrugar para ir a trabajar no era tan difícil.

Pero aún así, la sensación de somnolencia diurna no hizo más que aumentar, hasta el punto de tener que dormir en su jornada laboral, por no poder aguantar la imperiosa necesidad que su cuerpo sentía.

‘ No es una somnolencia normal, como la que tenemos habitualmente tras comer o cuando hemos dormido mal la noche anterior’ Me relata, ‘Se trata más bien de una pesadez extrema, una obligatoriedad de cerrar los ojos y dormir, sea donde sea, a la hora que sea’.

La preocupación le llevó a consulta médica, y pronto empezaron a hilar síntomas para llegar al diagnóstico acertado: narcolepsia.


La narcolepsia es un trastorno de sueño de origen neurológico caracterizado por excesiva somnolencia diurna, ataques de sueño incontrolables y frecuentes durante el día, acompañado en la mayoría de los casos de cataplejías (crisis de hipotonía muscular, en las que el sujeto pierde el control de sus músculos y desfallece por unos instantes, normalmente tras una fuerte emoción – un rato de carcajadas con los amigos, una película lacrimógena o una noticia impactante inesperada, por ejemplo-).

Más de la mitad de los individuos con narcolepsia puede experimentar parálisis del sueño, en la que momentáneamente hay incapacidad para moverse o hablar al despertarse, siendo el sujeto consciente de que está despierto pero pudiendo experimentar visiones oníricas que conllevan  la sensación de estar “atrapado en una pesadilla”, sin poder mover un músculo a pesar de hacer inmensos esfuerzos para ello.

Las causas concretas de la narcolepsia se desconocen, aunque existe un componente genético importante, por lo que varios integrantes de una misma familia pueden verse afectados (incidencia de 1-2 % en familiares de primer grado).

Los expertos creen que la narcolepsia es causada por la reducción en las cantidades de una proteína llamada hipocretina, la cual se produce en el cerebro. El motivo por el cual el cerebro produce menos cantidad de esta proteína no está claro.

Imaginad la vida de Mauro, una persona joven y sana que empieza a ver su mundo cambiar y desmoronarse debido a un trastorno poco conocido y altamente invalidante.

Recuerda que al cabo de pocos meses de ser diagnosticado, tuvo que adaptarse a su nueva situación, dejar su trabajo de transportista internacional y amoldarse a un puesto administrativo que le permitía trabajar desde casa y así lidiar con los frecuentes episodios de sueño diurno que le sobrevenían sin previo aviso.


Sus relaciones personales fueron las más afectadas, no sólo por lo difícil de mantener su ritmo de socialización anterior al diagnóstico, sino por el hecho de que el desconocimiento de los síntomas de la enfermedad provoca prejuicios y cierto rechazo social, lo que le condujo a sentir fobia a las relaciones humanas, que actualmente trata con un terapeuta especializado en hipersomnias y junto al cual está enriqueciendo este plano de su vida, apostando por las personas cercanas y de confianza, que le apoyan y entienden los síntomas derivados de la enfermedad, y de los que Mauro no es responsable (sino su cerebro), como los cambios de humor.

A continuación detallo los síntomas principales de la narcolepsia:

  • Excesiva somnolencia diurna: es el principal problema de estos pacientes, y se presenta de forma diaria, aunque no permanente, tanto en situaciones monótonas (leyendo, viendo la TV) como inapropiadas (comiendo, conduciendo). Los episodios pueden durar de minutos a horas, presentándose de forma progresiva, o brusca, como ataques de sueño irresistible.
  • Crisis de hipotonía muscular: son típicas de la enfermedad, y consisten en episodios de descenso brusco del tono muscular, sin pérdida de conciencia, ante emociones fuertes (susto, risa, discusión). Pueden ocurrir en cualquier músculo del cuerpo, a veces de forma imperceptible (discreta sensación de “flojera”), o de mayor intensidad, con caída al suelo. Pueden durar de segundos a minutos.
  • Alucinaciones hipnagógicas/hipnopómpicas: suelen ocurrir en la transición sueño-vigilia (al quedarse dormido o al despertarse). El paciente tiene percepciones irreales (auditivas, visuales o táctiles).
  • Parálisis del sueño: imposibilidad de mover las extremidades o todo el cuerpo, justo antes de quedarse dormido o al despertarse. Frecuentemente se acompañan de alucinaciones hipnagógicas/hipnopómpicas.
  • Sueño fragmentado: el paciente con narcolepsia suele presentar frecuentemente despertares a lo largo de la noche. También son más frecuentes las parasomnias (pesadillas, sonambulismo, hablar en sueños, episodios de agitación psico-motriz). La fases de sueño REM “movimientos oculares rápidos” aparecen de manera prematura.
  • Conducta automática: los pacientes en realizan actividades (p.e. trayectos en el coche) sin luego recordarlas.
  • Siestas refrescantes: muchas veces, si el sujeto duerme durante unos minutos, la hipersomnolencia mejora notablemente.
  • Sensación subjetiva de pérdida de memoria y falta de concentración.
  • Sensación de cansancio y fatiga.
  • Trastornos del estado de ánimo.
  • Visión borrosa.
  • Trastornos de la alimentación (episodios de bulimia).

Para manejar los síntomas, Mauro sigue terapia psicológica con un especialista que le ha ayudado a habituarse a conductas de higiene del sueño, tales como seguir un horario de sueño regular, evitar el alcohol y los fármacos depresores del sistema nervioso central, practicar ejercicio físico, aumentar el número de horas de sueño nocturno, y realizar siestas cortas programadas durante el día.

Asimismo, en su caso particular está siendo tratado farmacológicamente con fármacos inhibidores de la recaptación de serotonina ,que se utilizan para reducir las fases de sueño REM y para controlar las cataplejías, alucinaciones hipnagógicas y las parálisis del sueño. (Los estimulantes como metilfenidato y modafinilo le ayudan a controlar la somnolencia diurna).


Mauro me explica que todo ha cambiado mucho en él, y también a su alrededor, como si hubiera sido una persona hasta el inicio de la enfermedad, y ahora fuera otra distinta, viviendo otra vida diferente.

No lo expresa como algo negativo, sino como una forma de evolución personal.

Me insiste en que en su caso particular ha tenido un círculo social y un apoyo profesional fundamental, que ha conseguido que acepte este condicionante como uno de tantos que acaecen sobre los seres humanos.

Su positivismo y energía son notables, y contagian a aquel que tenga ocasión de escucharle.

Da una versión humanizada y tangible de una de las enfermedades más desconocidas, invalidantes y complejas del espectro de las patologías del sueño.

A continuación os dejo un breve documental sobre la narcolepsia. Fuente UNED.



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