El infierno del miedo
miércoles, enero 08, 2014Los seres humanos se han adaptado al entorno y a las circunstancias cambiantes de éste con gran habilidad durante miles de años, lo que ha permitido que nuestra especie habite en las condiciones de supremacía en las que nos desenvolvemos actualmente.
Pero antes de ésto, fuimos animales expuestos a depredadores, a climatologías agresivas, a enfermedades insalvables y a nuestros propios congéneres.
Para superar todos estos obstáculos, la naturaleza nos dotó de una emoción indispensable: el miedo.
El miedo provoca dos reacciones en el ser humano:
1- Reacción de huída o escapatoria: que produce cambios fisiológicos inmediatos, tales como: se incrementa el metabolismo celular, aumenta la presión arterial, la glucosa en sangre y la actividad cerebral, así como la coagulación sanguínea. El sistema inmunitario se detiene (al igual que toda función no esencial), la sangre fluye a los músculos mayores (especialmente a las extremidades inferiores, en preparación para la huida) y el corazón bombea sangre a gran velocidad para llevar hormonas a las células (especialmente adrenalina).
2- Reacción de paralización: por procesos ubicados en la amígdala cerebral, se relaciona el objeto del miedo con una emoción de terror que paraliza la musculatura, ralentiza la respiración, dilata las pupilas para focalizar el objeto del temor, y mantener en alerta al organismo.
Las funciones evolutivas para la especie son evidentes, si somos capaces de huir o escondernos del depredador, seremos capaces de sobrevivir.
La problemática comienza cuando una emoción fundamental no concuerda con el contexto en el que el individuo se desenvuelve, como es el caso de el miedo anticipatorio o el miedo sin objeto real definido, que degenera en ansiedad.
Las personas que ante situaciones nuevas, diferentes, que requieren nuevos afrontamientos sociales y cognitivos, son incapaces de reaccionar y enfrentarse a ellas por temor preconcebido al fracaso o al dolor, están paralizando su desarrollo personal por ser incapaces de manejar su propia emoción.
Hemos de saber que sentir temor, angustia, nerviosismo o incluso ansiedad ante situaciones desconocidas es algo absolutamente natural y positivo, lo que hace que el miedo sea algo peligroso es su capacidad de frenar nuestro avance vital.
* Autoanálisis:
¿Estás en una situación vital en la que te enfrentas a grandes decisiones que implican cambios fundamentales, o simplemente has de tomar un rumbo diferente al habitual y ésto te hace sentir ansiedad, angustia, insomnio, depresión y baja autoconfianza?
¿Crees que te hayas en una posición personal en la que deberías actuar de forma consistente tomando decisiones y no te ves capacitado por el miedo al fracaso?
* Recuerda:
La posibilidad de crear una vida completa a nivel personal, profesional, social, etc. depende de tu capacidad para afrontar los retos y cambios que suceden a lo largo de la misma, así como poder evaluar las demandas del entorno y adaptarte a él, con las consecuencias que ello implique.
Poder afrontar una nueva situación es una capacidad inherente al ser humano, no permitas que el miedo al fracaso te haga paralizarte, porque entrarás en un círculo de desesperanza y baja autoeficacia que sólo generará más miedo.
Apóyate en tu entorno social para recibir apoyo en casos como éste, o acude a un especialista si sientes que tus niveles de ansiedad son demasiado elevados.
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