Trastorno de identidad disociativo: la mente como enemigo
viernes, diciembre 13, 2013Hay numerosos trastornos de la personalidad, algunos más invalidantes o perturbadores que otros, pero cada uno de ellos constituye un verdadero reto personal de superación diaria para el individuo que lo padece; estas personas han de recibir tratamiento continuado, normalmente de por vida, para evitar que los síntomas de su trastorno les acarreen graves consecuencias a nivel social, laboral y/o personal.
Entre los trastornos que más impacto causan al ser conocidos se encuentra el "Trastorno de identidad disociativo", es una
situación grave, crónica y potencialmente
invalidante o mortal, en la que el individuo tiene 2 ó más indentidades o estados de personalidad que coexisten en él.
Antes llamado "Trastorno de personalidad múltiple", las identidades alternas se definen como constructos
mentales, cada uno con sus propio patrón relativamente
duradero de pensamientos, emociones,
percepciones y experiencias subjetivas.
Los pacientes demuestran
una transferencia de control
conductual entre identidades alternas, ya sea a través de
transiciones de estado o por interferencia y solapamiento de las
identidades alternas que se manifiestan de manera
simultánea; es decir, los individuos parecen tener un control consciente de estos cambios de personalidad, y los provocan en función de eventos o emociones precipitantes.
Las identidades alternas varían en
complejidad y estructura
psicológica. En algunos casos encontramos identidades
alternas sumamente desarrolladas con diferencias notables en
postura, tono de voz, estado de ánimo manifiesto,
energía, intereses, talentos, capacidades, etc., como si se trataran de personas completamente diferentes encerradas en un mismo cuerpo físico, lo que porvoca un choque psicológico rotundo en el interlocutor.
Aunque en
la mayoría de los casos las identidades alternas tienen
poca profundidad psicológica y no manifiestan diferencias
notables al ocurrir un intercambio, si tienen una base diferencial que permite al especialista concluir su existencia y problemática.
El cambio de
personalidades y la ausencia de consciencia del propio comportamiento
en las otras personalidades hacen a menudo caótica la vida
de una persona con este trastorno, es difícil imaginar como puede una persona desarrollar una existencia plena sufriendo un trastorno que le hace vivir diferentes vidas en una sóla, además, como las personalidades con
frecuencia interactúan entre ellas, la persona dice
oír conversaciones internas y las voces de otras
personalidades, lo que deriva en una situación de angustia y sentimiento de pérdida de control sobre la propia mente.
Dentro de la complegidad del trastorno, existen diversos grados de gravedad que van desde la total incapacitación del individuo y su internamiento en centros de salud mental en búsqueda de su bienestar personal, hasta aquellos pacientes que presentan los síntomas en grado manejable terapeúticamente y responden con éxito a terapia psicológica, siendo posible para estos últimos el desarrollo de una vida funcionalmente adaptada y exitosa.
Nuestra mente nos conforma, nos crea, nos define y nos anula; puede ser nuestra mejor aliada, o el más vil de los enemigos. La mente somos nosotros, y cada uno de nosotros puede ser su propio verdugo o el más hábil protector.
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